Otras batallas

Eufemia no podía sospechar que a sus 92 años iba a presenciar su primer concierto de música clásica. "Nunca es tarde si la dicha es buena" , le ha dicho Carmen. Y la dicha ha sido excepcional porque Eufemia estaba encantada con su nueva viviencia. 
Eufemia nunca podía sospechar que a sus 92 años iba a vivir su primer concierto de música clásica porque ella no lo ha buscado. El concierto ha ido a ella, en el lugar donde menos se lo podría esperar: en un hospital. Jovial, ya a punto de abandonar el hospital, se mostraba feliz de haber vivido este concierto en primera fila. De haber escuchado su primera sinfonía a metros de los intérpretes. 

Gracias al Hospital 12 de Octubre que se deja la piel en abordar actividades  que , como ha dicho su gerente, Carmen Martínez, intentan aliviar y acompañar a los enfermos en su estancia allí. Tanto que son los únicos en el mundo en hacer algo así:

Este vídeo vale más que mil palabras y explica y expresa el poder y la importancia de las emociones y de cuidarlas en un proceso en el que te sientes desprotegido y vulnerable. 
Es difícil no emocionarse viendo este vídeo.Los testimonios de los pacientes y el personal sanitario lo dicen todo.  Como dice un doctor, escuchar la música puede levantar el ánimo y las ganas de luchar. Y eso también es ganar una batalla.
El 12 de octubre gana muchas batallas.

Esta también. Porque entiende como ningún otro hospital, la importancia de ese componente emocional que fortalece y humaniza los tratamientos y a las personas.

Música en Vena agradece y corresponde a esta voluntad y pasa mucho tiempo entre esas paredes que intenta pintar de músicas y de afectos.

Hoy ha sido en un salón de actos abarrotado de público.

Disfrutando de un concierto de música barroca realizado con muchísimo cariño por la Orquesta Barroca del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid Bach, Hendel, Corelli, Vivaldi caldeando esa sala algo fresquita para los pacientes que estaban encantados al finalizar esa tarde especial.

De nuevo la música transformando la oscuridad . Y curiosamente , de nuevo otra vez, los músicos agradecidos de vivir una experiencia única en un auditorio que les da una perspectiva nueva y más rica de su trabajo, de su generoso arte.

El fluir que se respira en todos los conciertos como en un vaiven en el que nada es como era después de estar allí.