sábado, 25 de abril de 2015

¡Súbelo!



                                                                                            Para Inma 
                                                                                                 Por lo que ella, creo, sabe
Entramos en la sala,
empiezan a llegar.
Nos miran expectantes:
¿quién nos va a cantar?

El chico de la barba
tatuado en sus dos brazos.
El chico de la gorra
¿Qué está preparando?

¡Súbelo!

Arturo es el poeta
David el pianista.
Nos dice lo que hacen,
ya nadie se despista

¡Súbelo!

Es rap, ¡cómo nos gusta!
Es rap, ¿de qué nos habla?
Es rap, la vida misma.
Es rap, lo que nos salva.

Madrid, él se presenta.
Volar, con su sonrisa.
Seguir nuestros anhelos
no es fácil, nos avisa.

Se deja la garganta
las manos, la mirada.
Los chicos embobados
entienden la jugada

No (solo) es rap! alguien les habla.
No (solo)es rap, les da dos alas.
No(solo) es rap, les acaricia.
No (solo) es rap, les llega al alma.

¡SÚBELO!





Ayer, Arturo y David llevaron algo diferente a las salas del Niño Jesús. Salas llenas, esta vez ,  de pequeños y pequeñas. Rap. Un rap, recitado, acompañado por el maravilloso teclado de David.

Arturo recitaba trozos de vida. Sin maquillaje. 

En la fuerza de su garganta nos iba entregando sus anhelos, sus miedos, su gran fuerza interior y un solo mensaje: 
no es fácil pero no queda otra y tienes que hacerlo. Buscando en las cosas pequeñas y volando en una sonrisa. 
No es fácil pero no te compliques. En el corazón está el camino. Síguelo. 
No es fácil y hay muchas sendas. Pero son dos las que te alientan: la del  amor y la de la rabia. 
La rabia para remontar ¡Súbelo! 
La rabia para salir de donde no quieras estar ¡Súbelo! 
La rabia para luchar y no dejarse ganar ¡Súbelo!

 Pero el amor como única razón. 
El amor a las calles, las plazas y las personas. 
El amor a los besos, las sonrisas y a los abrazos. 
El amor a quien eres, a lo que sueñas y a lo que no entiendes. 

David les recitó, les cantó, pero sobre todo les miró a los ojos y les hablo desde el corazón. 
Les explicó por qué estaba ahí y les dio las gracias por darle esa oportunidad de volar. 
Les contó que la vida no es fácil, que todos tenemos días malos, momentos malos, pero que hay que seguir. 
Porque no es fácil pero es hermosa y está sembrada de motivos para volar, como su sonrisa.

Algún día le pediré esa parte del rap en la que hace referencia a la tripilla que nos va saliendo gracias a los dulces
que nos comemos porque "a nadie le amarga un dulce "y la vida es lo suficientemente amarga como para  racionarnos los dulces que nos ofrece.

Ese mensaje, en esa sala, fue quizá lo más revolucionario que se ha oído en mucho tiempo. Y ellos, los niños, que estaban escuchando sin pestañear, no saben que así son las "pequeñas revoluciones imprescindibles". Como esa frase del rap: mínima pero estallando como una bomba de verdad que destruye fantasmas y alumbra nuevos caminos.

Arturo ayer, acompañado por la impecable música de David, les habló con honestidad, sin escamotearles nada. Mirándoles a los ojos. Desde el corazón. Y ellos que ya son sabios, porque el sufrimiento enseña mucho, lo recibieron agradecidos.
 Porque a todos nos gusta que nos hablen, que nos miren a los ojos y que nos regalen palabras que nos permitan "subir" y nos hagan sentir importantes. 
Eso es lo que ayer, con su arte, consiguieron Arturo y David. Los niños dejaron de ser pacientes de una dolencia que no comprenden para sentirse personas completas a quienes les hablaban desde la verdad .  Y la verdad es que no están solos. La verdad es que todos a veces somos unos niños perdidos y asustados en agujeros oscuros de los que no sabemos cómo salir. Pero  sabemos, Arturo sabe, que las emociones son los peldaños para subir ese abismo que a veces nos parece insalvable. 
Y ayer, su palabra, su música, fueron ese peldaño que ellos necesitaron para gritarse y entender que no les queda más remedio y que van a conseguirlo: ¡¡¡SÚBELO!!!



Para empezar nos habló de nuestra ciudad,Madrid








Otro rap de Arturo*
Que precio tiene una sonrisa?
sin tiempo con que ahorcarse sin citas, sin misas, sin prisas. 
Y Ponle precio a una caricia, valdría mas allá de todo lo que tu divisas ni aunque dividas...verías mas allá de eso, mas acá que un beso, que lo que vale lo que des nunca es el precio. Y un abrazo? Un abrazo es demasiado para quien vive al otro lado de pagar por lo sentido. Y yo si puedo vivir, sin la fiebre del dinero y sin consumir por consumir, de los amigos coge un poco y lo demás pon de tu parte, no hablo de pasta hablo de fuerza y de mirar hacia delante. No existe el dólar que me devuelva a mis abuelos, al tio Villa, ni al Rocha, ni al tio Alberto,ni a Chema pero tengo los bolsillos llenos de una gran moneda, la que se acuña en los momentos que vivimos y nos quedan.



* Arturo, te lo he "robado" de tu Facebook. Gracias

viernes, 17 de abril de 2015

Nacer dos veces

Sandra quiere repetir. Y necesita, además, dar testimonio. Lo necesita y lo da. 
Necesito dar testimonio de lo que he vivido hoy en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y lo hago en esta página porque es mi único medio ahora y por la esperanza de que médicos u organizadores de la sanidad en este país, por suerte, lleguen a leer esto y quieran programar música cada día en los hospitales.
Escribo también con la esperanza de que compañeros colegas sigan uniéndose a este proyecto de Virginia Castelló Castro pues nosotros, los interpretes, a través de la música, podemos ser instrumento para sanar, cantando y tocando, de manera mágica, podemos ser MEDICINA. Olvídense del dinero por un momento y piensen en ayudarse así mismos ayudando a los demás.

Sandra sabe que es imposible. Es imposible explicar con palabras lo que sucede en esas salas, el calambre que las recorre gracias a la música.
Cuando la canción terminó, allí había una energía imposible de explicar con
palabras

Para mí también es imposible explicar cómo canta Sandra, cómo se entrega y se emociona en cada actuación. Es imposible explicar lo que da y lo que recibe y cómo lo expresa a través de su arte, de su voz, de sonrisa, de su música. 

Las palabras, ya se ve, a veces no sirven. Pero la música sí:




Tampoco Sandra podrá explicar cómo es posible llorar conmocionada y seguir cantando con toda el alma y con la voz intacta. Rota por la emoción e intacta. 

Siempre lo digo, es magia. Magia del corazón. 
Porque hoy Sandra lloraba al ver a esos bebés mínimos, recibiendo su música como una bendición que les cambiaba la vida. 

Siempre lo digo, es un milagro. El milagro de la emoción.
Hoy Sandra no tenía más remedio que acompañar con sus lágrimas, las lágrimas de una madre conmovida en lo más profundo al ver que su hijo,  por primera vez en veinte días, podía relajarse,  abandonar la posición fetal y estirar sus piernecitas ¡¡¡y mamar!!!! Durante veinte días duros el pequeño no encontraba las fuerzas para salir a la vida, para enfrentarse a ella y empezar a vivir por sí mismo: no podía succionar. Y hoy las ha encontrado, deslizándose por  la guitarra de Melón, la voz de Sandra y la percusión de  Shangó que será papá en ese hospital próximamente y que ha hecho de su cuerpo y de lo que encontraba a su paso, su instrumento para llegar a todos ellos.    
Le estamos cantando a un bebé que tomaba el pecho de su madre con ayuda y muy inquieto. Cuando cantaba, sentía como todos los pelos de mi cuerpo se erizaban, miré a la mamá del pequeño y estaba envuelta en lágrimas, yo no paraba de cantar y llorar a la vez de contagiarme por la emoción del   momento.     
Y así, con la voluntad recién estrenada ha recibido el alta y ha comenzado una nueva vida. Artiz, (roble en vasco)ha vuelto a nacer  en brazos de su madre, María ,como si hubiera entendido el mensaje de esta canción que hoy ha interpretado  Sandra también

 

Sandra quiere repetir porque en su retina se ha quedado prendida ya para siempre la mirada de Javier que la buscaba como se busca lo imprescindible. Un bebé desvalido que en brazos de una enfermera balbucía sus primeros sonidos y respondía a Sandra como dándole las gracias.La enfermera lloraba como si su asombro no pudiera hacer otra cosa.


Después, en las puertas abiertas de la UCI, donde no se puede entrar, la ternura y la música se aunaron para arropar a unos bebés minúsculos.









Sandra quiere repetir y el personal sanitario, que ha presenciado ese prodigio- siempre lo digo-, también.
Porque han vivido algo excepcional, algo que en palabras de la encargada de prensa, se debe estudiar porque es, ya lo sabemos, inefable.

Sandra quiere repetir generosamente, sin pedir nada a cambio, excepto esto:

Esa madre, no tenía ni palabras ni lágrimas para agradecernos lo que allí sucedió, y todo esto, gracias a iniciativas tan grandes como la de Música en vena que lleva Música a Hospitales con artistas y músicos que se dejan el alma para volver a casa dando gracias por estas cosas tan grandes y por las que merece la pena CANTAR y VIVIR.
Pido que se repita cada día, que no pare este movimiento y que den a esta gran asociación más facilidades para que se expanda este fenómeno tan increíble de ayudar con la música.
Gracias Virginia Castelló, gracias a todos los que hacéis posible Música en vena.
Siempre nos tendréis.


Sí, Virginia, siempre nos tendrás porque recibimos mucho más de lo que damos. 
Porque con MeV la vida se carga de sentido y de necesidad de ser mejores, más valientes y generosos. 
Porque gracias a MeV aprendemos a compartir el sufrimiento y a hacerlo más llevadero. 

Las sombras de la vida se difuminan con cierta luz. La luz de la esperanza.

Nos quedamos con Sandra y otras canciones que ha cantado hoy



Imaginar a Sandra cantando esto a los bebés es ya emocionante. 


Gracias Sandra por prestarme tus palabras y por regalarnos tu arte tan, tan especial. Como tú.Aquí está tu testimonio completo:
Necesito dar testimonio de lo que he vivido hoy en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y lo hago en esta página porque es mi único medio ahora y por la esperanza de que médicos u organizadores de la sanidad en este país, por suerte, lleguen a leer esto y quieran programar música cada día en los hospitales.
Escribo también con la esperanza de que compañeros colegas sigan uniéndose a este proyecto de Virginia Castelló Castro pues nosotros, los interpretes, a través de la música, podemos ser instrumento para sanar, cantando y tocando, de manera mágica, podemos ser MEDICINA. Olvídense del dinero por un momento y piensen en ayudarse así mismos ayudando a los demás.
Música en Vena nos invita hoy a Daniel Melon Jimenez y a mi a cantarles a los Neonatos, bebés que están en incubadoras llenos de cables que pueden caber en una mano nuestra, algunos con sus papás inseparables llenándoles de amor y otros sin ellos, pero arropados por sensibles enfermeras que dan todo su amor a estos pequeñitos.
Cuando subíamos a la planta Neonatal, aparece Shango Dely , pero apareció sin instrumento, más que sus ganas y su inquietud por ayudar con su presencia, su cuerpo fue su instrumento... nos acompañó con las manos percutidas en sus piernas, en el pecho, con vasos de plástico, con un collar... Mágico..
Le estamos cantando a un bebé que tomaba el pecho de su madre con ayuda y muy inquieto. Cuando cantaba, sentía como todos los pelos de mi cuerpo se erizaban, miré a la mamá del pequeño y estaba envuelta en lágrimas, yo no paraba de cantar y llorar a la vez de contagiarme por la emoción del momento.
Cuando la canción terminó, allí había una energía imposible de explicar con palabras, aquel pequeño por primera vez, al escuchar esa canción, había mamado solo y había dejado de estar agarrotado después de 20 días en esa situación de estrés sin poder ser enviado a casa. A ese pequeño le han dado el alta hoy. Y hoy justo era el día en el que su mamá salía de cuentas...
Esa madre, no tenía ni palabras ni lágrimas para agradecernos lo que allí sucedió, y todo esto, gracias a iniciativas tan grandes como la de Música en vena que lleva Música a Hospitales con artistas y músicos que se dejan el alma para volver a casa dando gracias por estas cosas tan grandes y por las que merece la pena CANTAR y VIVIR.
Pido que se repita cada día, que no pare este movimiento y que den a esta gran asociación más facilidades para que se expanda este fenómeno tan increíble de ayudar con la música.
Gracias Virginia Castelló, gracias a todos los que hacéis posible Música en vena.
Siempre nos tendréis.

Hoy no he podido estar ahí pero he tenido la suerte de verte en otros hospitales y sabía que hoy iba a ser un día muy especial. Con tus palabras y las de Virginia he podido "vivirlo" y trasladarlo al blog. Porque yo, como tú, necesito dar testimonio.
¡Aquí hay otros testimonios también!


martes, 14 de abril de 2015

Cometas

Debería estar acostumbrada ya. Pero no lo estoy. 
En otra entrada me referí a ellos como "cometas anclados a sus cables". Ayer estas cometas eran muy pequeñas. Algunos bebés. Durante una hora, quietitos en sus asientos, aplaudiendo y mirando con esos ojos llenos de verdad y ,algunos, de pesar que no comprenden. 
Los padres, los abuelos, los familiares se despiden del concierto
esta vez en el Salón de Actos del hospital, agradecidos, dejando escapar las lágrimas que llevan días disimulando y compartiendo con la soledad. 

De nuevo el hospital se convierte en una prolongación de la vida. La vida buena.
Música de todos los estilos de esta joven pero fantástica banda. 
Flautistas de Hamelin, secuestrando las emociones, la alegría y el sosiego para llevarlas allí, a esa cueva mágica y diseminarlas entre las fatigadas jornadas de esas personitas que no entienden qué pasa y que solo necesitan el amor de sus seres queridos y una sonrisa para devolverla agradecidos.

Salen del concierto unos gorilas en los pies de un pequeño, transformando esa estancia, los gorilas, en su casa provisional. Salen los familiares arrullados por la música de ver a sus pequeños, serenos, disfrutando. Un ratito.

Las zapatillas de los pequeños, sus pijamas, sus juguetes son ahora su casa. Por una temporada. La música les convence de que allí no solo viven para pinchazos y malestar. El arcoiris les calienta y les enseña que tras la lluvia o incluso al mismo tiempo, sale el sol.  
Mostrando la foto 3.JPG
Lo que no saben es que no hay mayor sol, mayor calor, que verles sonreir atrapados por sus cables, sus vendas, sus sondas... Cometas anclados, listos para volar.

lunes, 13 de abril de 2015

Optimistas solidarios

"Esther, ¿vienes a la presentación de La Canción que Cura dentro de la entrega de unos premios en el Colegio de Arquitectos?" me pregunta Virginia. 
"Si tu me dices MeV, lo dejo todo, Virginia", respondo rauda y sin pensarlo dos veces. 

Y allá vamos. Sin saber bien a qué exactamente pero no importa. Natali Castillo va a cantar La Canción que Cura, por lo tanto se va a hablar de Música en Vena. ¡¡¡Emocionante!!!

Llegamos y ya por fin nos enteramos de qué premios son.
Premios a los Optimistas Solidarios que entrega la revista Anoche tuve un sueño, en cuyo número 16 MeV fue objeto de un reportaje.

Su fundadora nos explicaba que se han creado para celebrar y felicitar a las personas que dedican su vida a hacer pequeñas cosas que cambian el mundo y lo mejoran. Su fundadora estaba definiendo así a Música en Vena.
No sabíamos qué iba a pasar pero desde luego MeV encajaba perfectamente en esa definición.

El tiempo pasaba y yo tenía que marcharme. Olvidando que no hay que dejarse cegar por lo urgente porque con frecuencia se malogra lo importante, salí en la entrega del último premio y claro, me perdí, lo importante.

Natali cantó La Canción que Cura. Sus margaritas y la vitalidad de esa música fue la guinda del acto que terminó haciendo un homenaje a MeV, dándola a conocer. 
¿Puede haber mejor colofón a un acto de premios solidarios?

Ahí estaban Virginia, Natali y Juan, entre todos los premiados y los organizadores del evento.


Y aquí Virginia con la editora de la revista, Julia Higueras. Virginia, abanderando  el rojo de MeV con su solidaria y optimista sonrisa

No hubo premio para MeV. ¿O sí? 
Yo creo que sí. 
Que el mayor premio es el reconocimiento a su labor y darla a conocer para que, con el apoyo de más personas y entidades, pueda seguir llevando optimismo solidario a las salas de los hospitales, cada vez más tristes y necesitadas.