domingo, 6 de marzo de 2016

Los hilos invisibles

Miro alrededor. El rojo centellea, inunda la mirada.
Cálido, acogedor, lleno de vida y de sentimiento. Como cada una de las caritas que me rodean. Es tan reconfortante mirar a tu alrededor y sentirte bien...




Realmente nos conocemos poco, sabemos poco unos de otros. Lo más general, si llega. Y no importa.
Hay un fino hilo invisible que nos une. Uno de esos hilos tejidos hermosamente que se refuerza en cada momento compartido. 



No hay nada como compartir emociones para crear hilos invisibles. Y Música en Vena nos permite mirarnos cada día vivido en los hospitales y hablarnos sin hablar. Nos permite sentirnos acompañados en medio del horror, agarrarnos la mano sin tocarnos cuando no hacemos pie; abrazarnos cuando nos recorre el escalofrío de la emoción estando a metros de distancia.

La música nos lleva en volandas, unidas en ese pentagrama emocional
que es cada encuentro con los pacientes. Somos las notas pautadas de un concierto improvisado en el que cada uno se anticipa al sonido de los demás para acompasarlo y afinarlo.

 Y avanzamos juntos en clave de Sol que nos da calor y convertimos la clave de Mi,  en clave de "Su", la de los pacientes. Y sobre todo nos alborozamos en clave de Si y de Re, de "SÍ, queremos REpetir". Porque MeV es una experiencia dura, de bruces contra la realidad, que todos queremos siempre repetir. 
Esa paradoja de MeV . Nos adentramos en las entrañas del dolor y encontramos que lo más hermoso del ser humano nos bendice. Y queremos más. 

Porque MeV es una bendición  desde hace 4 años
y ayer quisimos celebrarlo. 

Juntarnos un ratito con las excusa de brindar para, sin prisas, sin enaras, sin pasillos ni catéteres, sin Oscar Fulgencios ni Anas ni Marías, reirnos, abrazarnos y compartir las risas que llevamos agazapadas sin tiempo para compartirlas.
Y conocernos un poquito más y mejor y querernos también un poquito más y mejor.

Todo lo que refuerza y significa algo para MeV es muy importante para cada uno de nosotros. Yo intento marcar cada uno de esos días con una muesca especial. Ayer fue este homenaje a la antigua y original camiseta que tanto me ha costado despedir.

Mis suegros, improvisando estos cuadros en dos días, me ayudaron a dejar constancia de mi nostalgia y cariño por este símbolo curvo y envolvente del que tenemos que prescindir.




Ayer miraba a cualquier parte y me sentía acariciada.
Con ganas de que el tiempo pasara lentamente y me permitiera seguir disfrutando de cada broma, de cada comentario, de cada minuto.

Ayer había un "Ángel" pero había muchos a mi alrededor y los que no estaban también estaban en nuestro recuerdo. 
Os echamos de menos pero estabais.
Y para que os llevéis un trocito del día de ayer aquí queda este botón



Ojalá podamos repetir estas reuniones más a menudo para reforzar esos hilos mágicos que anudan  más fuerte nuestros corazones a esa corriente inefable que MeV crea y nos hace más grandes y mejores. 

Gracias Virginia por abrirme las puertas de tu proyecto, de tu casa y de tu corazón. 

Gracias, chicos, por acogerme como lo hacéis y por acompañarme y dar luz a mis sombras con vuestra generosidad y vuestra complicidad en tantas emociones  compartidas.

No exagero nada si os digo que os quiero y que, además, ¡¡¡quiero quereros!!! Me llena la vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario