miércoles, 9 de marzo de 2016

Encantador de pesadumbres





Me han contado que hoy un encantador de pesadumbres se ha pasado por el hospital.



Con su flauta mágica,
su mano indispuesta y toda el alma, ha ido improvisando cama por cama para, con el sonido limpio, ancestral y dulce de su instrumento, parar el tiempo y trasladar a los pacientes,con el vaivén de su música, a un reino de suave serenidad.




Este:

Nadie quería salir de ese embrujo, de ese otro universo que "ha transformado un mundo de dolor, en  dulzura y paz".

El tiempo se ha parado y el sufrimiento también con un hombre convertido en flauta y respirando por ella.



 Gracias, Rodrigo, por sobreponerte a tu indisposición y apaciguar tanta desazón que campa por el hospital.

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