viernes, 17 de abril de 2015

Nacer dos veces

Sandra quiere repetir. Y necesita, además, dar testimonio. Lo necesita y lo da. 
Necesito dar testimonio de lo que he vivido hoy en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y lo hago en esta página porque es mi único medio ahora y por la esperanza de que médicos u organizadores de la sanidad en este país, por suerte, lleguen a leer esto y quieran programar música cada día en los hospitales.
Escribo también con la esperanza de que compañeros colegas sigan uniéndose a este proyecto de Virginia Castelló Castro pues nosotros, los interpretes, a través de la música, podemos ser instrumento para sanar, cantando y tocando, de manera mágica, podemos ser MEDICINA. Olvídense del dinero por un momento y piensen en ayudarse así mismos ayudando a los demás.

Sandra sabe que es imposible. Es imposible explicar con palabras lo que sucede en esas salas, el calambre que las recorre gracias a la música.
Cuando la canción terminó, allí había una energía imposible de explicar con
palabras

Para mí también es imposible explicar cómo canta Sandra, cómo se entrega y se emociona en cada actuación. Es imposible explicar lo que da y lo que recibe y cómo lo expresa a través de su arte, de su voz, de sonrisa, de su música. 

Las palabras, ya se ve, a veces no sirven. Pero la música sí:




Tampoco Sandra podrá explicar cómo es posible llorar conmocionada y seguir cantando con toda el alma y con la voz intacta. Rota por la emoción e intacta. 

Siempre lo digo, es magia. Magia del corazón. 
Porque hoy Sandra lloraba al ver a esos bebés mínimos, recibiendo su música como una bendición que les cambiaba la vida. 

Siempre lo digo, es un milagro. El milagro de la emoción.
Hoy Sandra no tenía más remedio que acompañar con sus lágrimas, las lágrimas de una madre conmovida en lo más profundo al ver que su hijo,  por primera vez en veinte días, podía relajarse,  abandonar la posición fetal y estirar sus piernecitas ¡¡¡y mamar!!!! Durante veinte días duros el pequeño no encontraba las fuerzas para salir a la vida, para enfrentarse a ella y empezar a vivir por sí mismo: no podía succionar. Y hoy las ha encontrado, deslizándose por  la guitarra de Melón, la voz de Sandra y la percusión de  Shangó que será papá en ese hospital próximamente y que ha hecho de su cuerpo y de lo que encontraba a su paso, su instrumento para llegar a todos ellos.    
Le estamos cantando a un bebé que tomaba el pecho de su madre con ayuda y muy inquieto. Cuando cantaba, sentía como todos los pelos de mi cuerpo se erizaban, miré a la mamá del pequeño y estaba envuelta en lágrimas, yo no paraba de cantar y llorar a la vez de contagiarme por la emoción del   momento.     
Y así, con la voluntad recién estrenada ha recibido el alta y ha comenzado una nueva vida. Artiz, (roble en vasco)ha vuelto a nacer  en brazos de su madre, María ,como si hubiera entendido el mensaje de esta canción que hoy ha interpretado  Sandra también

 

Sandra quiere repetir porque en su retina se ha quedado prendida ya para siempre la mirada de Javier que la buscaba como se busca lo imprescindible. Un bebé desvalido que en brazos de una enfermera balbucía sus primeros sonidos y respondía a Sandra como dándole las gracias.La enfermera lloraba como si su asombro no pudiera hacer otra cosa.


Después, en las puertas abiertas de la UCI, donde no se puede entrar, la ternura y la música se aunaron para arropar a unos bebés minúsculos.









Sandra quiere repetir y el personal sanitario, que ha presenciado ese prodigio- siempre lo digo-, también.
Porque han vivido algo excepcional, algo que en palabras de la encargada de prensa, se debe estudiar porque es, ya lo sabemos, inefable.

Sandra quiere repetir generosamente, sin pedir nada a cambio, excepto esto:

Esa madre, no tenía ni palabras ni lágrimas para agradecernos lo que allí sucedió, y todo esto, gracias a iniciativas tan grandes como la de Música en vena que lleva Música a Hospitales con artistas y músicos que se dejan el alma para volver a casa dando gracias por estas cosas tan grandes y por las que merece la pena CANTAR y VIVIR.
Pido que se repita cada día, que no pare este movimiento y que den a esta gran asociación más facilidades para que se expanda este fenómeno tan increíble de ayudar con la música.
Gracias Virginia Castelló, gracias a todos los que hacéis posible Música en vena.
Siempre nos tendréis.


Sí, Virginia, siempre nos tendrás porque recibimos mucho más de lo que damos. 
Porque con MeV la vida se carga de sentido y de necesidad de ser mejores, más valientes y generosos. 
Porque gracias a MeV aprendemos a compartir el sufrimiento y a hacerlo más llevadero. 

Las sombras de la vida se difuminan con cierta luz. La luz de la esperanza.

Nos quedamos con Sandra y otras canciones que ha cantado hoy



Imaginar a Sandra cantando esto a los bebés es ya emocionante. 


Gracias Sandra por prestarme tus palabras y por regalarnos tu arte tan, tan especial. Como tú.Aquí está tu testimonio completo:
Necesito dar testimonio de lo que he vivido hoy en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y lo hago en esta página porque es mi único medio ahora y por la esperanza de que médicos u organizadores de la sanidad en este país, por suerte, lleguen a leer esto y quieran programar música cada día en los hospitales.
Escribo también con la esperanza de que compañeros colegas sigan uniéndose a este proyecto de Virginia Castelló Castro pues nosotros, los interpretes, a través de la música, podemos ser instrumento para sanar, cantando y tocando, de manera mágica, podemos ser MEDICINA. Olvídense del dinero por un momento y piensen en ayudarse así mismos ayudando a los demás.
Música en Vena nos invita hoy a Daniel Melon Jimenez y a mi a cantarles a los Neonatos, bebés que están en incubadoras llenos de cables que pueden caber en una mano nuestra, algunos con sus papás inseparables llenándoles de amor y otros sin ellos, pero arropados por sensibles enfermeras que dan todo su amor a estos pequeñitos.
Cuando subíamos a la planta Neonatal, aparece Shango Dely , pero apareció sin instrumento, más que sus ganas y su inquietud por ayudar con su presencia, su cuerpo fue su instrumento... nos acompañó con las manos percutidas en sus piernas, en el pecho, con vasos de plástico, con un collar... Mágico..
Le estamos cantando a un bebé que tomaba el pecho de su madre con ayuda y muy inquieto. Cuando cantaba, sentía como todos los pelos de mi cuerpo se erizaban, miré a la mamá del pequeño y estaba envuelta en lágrimas, yo no paraba de cantar y llorar a la vez de contagiarme por la emoción del momento.
Cuando la canción terminó, allí había una energía imposible de explicar con palabras, aquel pequeño por primera vez, al escuchar esa canción, había mamado solo y había dejado de estar agarrotado después de 20 días en esa situación de estrés sin poder ser enviado a casa. A ese pequeño le han dado el alta hoy. Y hoy justo era el día en el que su mamá salía de cuentas...
Esa madre, no tenía ni palabras ni lágrimas para agradecernos lo que allí sucedió, y todo esto, gracias a iniciativas tan grandes como la de Música en vena que lleva Música a Hospitales con artistas y músicos que se dejan el alma para volver a casa dando gracias por estas cosas tan grandes y por las que merece la pena CANTAR y VIVIR.
Pido que se repita cada día, que no pare este movimiento y que den a esta gran asociación más facilidades para que se expanda este fenómeno tan increíble de ayudar con la música.
Gracias Virginia Castelló, gracias a todos los que hacéis posible Música en vena.
Siempre nos tendréis.

Hoy no he podido estar ahí pero he tenido la suerte de verte en otros hospitales y sabía que hoy iba a ser un día muy especial. Con tus palabras y las de Virginia he podido "vivirlo" y trasladarlo al blog. Porque yo, como tú, necesito dar testimonio.
¡Aquí hay otros testimonios también!


1 comentario:

  1. La palabra está para expresar el arte, el sentimiento y la sensibilidad de cada persona, que unido a la música hacen un conglomerado, que transmiten los músicos y llega a nuestro cuerpo para sanar. Eso SI es medicina. Gracias a todos los GRANDES músicos que pasan por Música en Vena, (y los que quedan por pasar) por hacernos un poco más felices.

    ResponderEliminar